inyecciones botox

Inyecciones de botox

Salud & Belleza

Aunque no todos estamos familiarizados con los procedimientos de medicina estética a detalle, seguramente, la mayoría ha escuchado sobre las inyecciones de botox. Y es que este es uno de los procedimientos estéticos más populares y también uno de los más controversiales.

La mayoría de lo que conocen las personas es lo que otros comentan, y muchos sienten rechazo por estas inyecciones por temor a los “efectos secundarios”. Pero ¿Realmente todo lo que crees con respecto al botox es cierto? Acompáñame a descubrirlo ¡Vamos!

¿Qué son las inyecciones de botox?

No es más que la infiltración de botox de forma subcutánea y, a diferencia de lo que se puede rumorar por allí, es un procedimiento sencillo y rápido. También es importante tener claro que el nombre botox, fue el nombre comercial que le dio la primera industria que comenzó a comercializarlo, el nombre correcto es toxina botulínica.

Estas inyecciones se colocan en la zona deseada para tratar algunos problemas estéticos, principalmente, relacionados con la piel. Las dosis se infiltran con unas inyectadoras que cuentas con unas agujas muy pequeñas, por lo que raramente el proceso causa molestia o dolor.

Las inyecciones de botox, simplemente sirven para interrumpir las señales nerviosas enviadas a los músculos. Esto produce un estado de relajación muscular y el resultado es una disminución en las contracciones musculares.

Problemas que pueden tratarse con el botox

La naturaleza del botox le ha conseguido un espacio bien establecido entre los mejores tratamientos para problemas estéticos, pero también tiene usos terapéuticos. El uso más común que se la da a la toxina botulínica y, el que casi todos conocen, es para el tratamiento de las arrugas del rostro.

Como al aplicar la toxina se disminuyen las contracciones musculares, esto evita la formación de las líneas de expresión que más se marcan en el rostro. Esto hace que las arrugas del rostro disminuyas y que puedan prevenirse a través de la infiltración del botox.

Además de esto, el botox también se puede usar para tratar tics nerviosos o cualquier otro tipo de contracción involuntaria. Otro uso terapéutico está relacionado con el bruxismo, que es la tendencia a mantener la mordida siempre apretada. Gracias a los efectos del botox se puede lograr que los músculos de las mandíbulas estén más relajados y así evitar esta presión.

También se puede encontrar el botox en tratamientos contra la hiperhidrosis, es decir, la sudoración excesiva. Generalmente esta afección está localizada en una parte específica del cuerpo. Al localizar esta zona, se aplica la toxina botulínica y sus efectos sobre el sistema nerviosos, evita que las glándulas sudoríparas estén sobre estimuladas, lo que evita la sudoración.

Efectos secundarios y cuidados después de las inyecciones de botox

El botox realmente es un tratamiento que tiene un riesgo mínimo a presentar efectos secundarios en los pacientes. Algunos pueden llegar a sentir un poco de debilidad muscular en el área donde se aplicó la toxina, pero nada preocupante. Por este motivo es importante acudir a un profesional con experiencia en medicina estética para aplicarse el tratamiento.

También es posible notar un pequeño enrojecimiento e hinchazón en la zona donde se colocaron las inyecciones. Estos síntomas son comunes y solo basta con esperar un corto período de tiempo para que desaparezcan.

Normalmente, las inyecciones de botox no requieren un cuidado específico ni requiere guardar reposo. Lo que se recomienda a los pacientes, especialmente a los que reciben las inyecciones en el rostro, es no acostarse por completo por unas 5 horas. Además, también se les recomienda no hacer ejercicios por el día en el que reciben el tratamiento, pero al día siguiente pueden continuar con sus vidas con normalidad.

Ventajas de la aplicación del botox

Hay muchas personas que le temen a la cirugía, o la creen innecesaria para abordar algunos problemas que no consideran tan importantes como para pasar por el bisturí. Las inyecciones de botox, ofrecen una solución sencilla, no invasiva y sin cirugía para abordar algunos problemas estéticos.

Además, la recuperación es rápida, no requiere reposo y los efectos comienzan a manifestarse un día después de la aplicación. Aunque los efectos de las inyecciones de botox no son permanentes, el tratamiento puede repetirse para mantener los efectos, que pueden durar alrededor de 6 meses.

Esto también puede ser una ventaja para muchos, ya que, al ser de efecto reversible, es posible que, si el paciente no está satisfecho con los resultados, solo debe esperar a que finalicen los efectos del botox.